Esta es una tonalidad intensa que se encuentra entre el rosa y el púrpura, pero hacer color Fucsia mediante la mezcla de colores tradicionales es un desafío. Esto se debe a que, para crear este tipo de tonalidades saturadas, se necesitan pigmentos específicos y bases especiales que se utilizan en el ámbito industrial.
Si bien puedes aproximarte mezclando rojo, blanco y un poco de azul, el verdadero fucsia es difícil de recrear con las pinturas tradicionales, como témperas, acrílicos o látex.
Cómo hacer una aproximación al color fucsia
Como vimos arriba, si deseas intentar recrear una tonalidad cercana, puedes hacerlo mezclando los siguientes colores:
- Rojo: Utilízalo como base, que será el color predominante en la mezcla. Te recomiendo un color rojo intenso, como el bermellón.
- Blanco: Añádelo para suavizar la intensidad del rojo y llevarlo hacia un tono más rosado.
- Azul: Agrega una mínima cantidad de azul para acercarse al color púrpura y así obtener una tonalidad similar al fucsia.
Esta combinación puede darte un tono parecido al fucsia, pero es probable que no logres la intensidad exacta de este color tan vivo. Para lograr una aproximación más precisa, también es fundamental controlar las proporciones de cada color.
¿Por qué no se puede hacer fucsia fácilmente?
Si bien puedes crear un color aproximado rojo, blanco y un poco de azul, el verdadero fucsia es difícil de recrear sin pigmentos industriales específicos. Para hacerlo se requiere una intensidad que no se puede alcanzar con los pigmentos comunes utilizados en los colores primarios de las pinturas tradicionales.
En los entornos industriales, el color fucsia se logra utilizando pigmentos especializados que se disuelven en bases preparadas. Estos pigmentos se eligen por su pureza y saturación, lo que permite obtener tonalidades más intensas.
Por eso, si necesitas un fucsia auténtico e intenso, la opción más recomendable es comprar una pintura ya preparada en una tienda de pintura o bricolaje.