Las variantes de verde son muchísimas, desde los verdes fríos a los más cálidos. También encontramos colores oscuros y pasteles, tonos más agrisados, pero también intensos o saturados. Por ello la cantidad de colores que combinan con verde es muy amplia.
El verde es un color que evoca una sensación fresca, de calma y serenidad, y se asocia con la esperanza y la vida. En la decoración de interiores, es un color que se utiliza para crear ambientes relajantes y frescos. Los verdes son colores versátiles que pueden combinarse con muchos otros más para crear espacios especiales e interesantes. Veamos algunos ejemplos:
Colores que combinan con verde: Blanco
Si pretendes pintar las paredes de verde es indiscutible que utilices blanco para combinarlo. Da igual cuál utilizarás, va con todos, desde los verdes suaves a los más intensos. Sin duda el blanco destaca la tonalidad de verde haciéndolo ver radiante.
Beige, un resultado más cálido
Los neutros son perfectos para combinar con colores verdes. En éste caso el beige y el verde hacen una dupla ideal mucho más cálida y confortable que la anterior. Es adecuada para cualquier ambiente de casa, especialmente la sala y el dormitorio matrimonial.
Gris, una dupla moderna
Por otra parte con gris el resultado es distinto, toma otro carácter más elegante y sofisticado. El gris específico que se debe utilizar depende de la intensidad de la iluminación, y de los gustos.
Café, para crear un clima natural
Todas las tonalidades tierra, y especialmente el marrón café es perfecto compañero de los verdes. Las tonalidades indicadas son el verde manzana, pistacho, botella, o musgo, generalmente tonos cálidos e intensos. Al ser todos colores fuertes es mejor sumar a la paleta algún pastel para las paredes, como arena o blanco.
Azul turquesa, un compañero habitual
El azul, en todas sus variantes, es muy adecuado para acompañar al verde. El color turquesa es un tono levemente verso, muy luminoso y atractivo. Turquesa y verdes cálidos (manzana o pistacho) crean climas alegres y luminosos.
Azul marino, para un ambiente fresco
Muy similar a la prepuesta anterior, pero en este caso el azul es mas oscuro y puro. Digo azul marino, pero se incluyen tonalidades similares de familia de colores azules. Es imprescindible acompañar a esta unión de blanco para beneficiar a la iluminación.
Naranja, el contraste perfecto
Sin lugar a dudas las tonalidades verdes junto al naranja crean una bella y alegre unión. Por cierto… muy luminosa si se usan elementos en blanco. Utiliza esta dupla en habitaciones infantiles, baños, o cualquier ambiente donde quieras reflejar vitalidad y alegría.
Rosa o coral, para un clima delicado
Este es un caso especial y mucho más específico. Los rosas, y especialmente el coral, son uno de los colores que combinan con verde, específicamente el verde menta, una variante suave y fresca. Así se logra un contraste que luce luminoso y fresco, pero no deprimido gracias a la coloración de los elementos rosados o coral.
Rojo, un dupla poco habitual
Si nos remontamos a la teoría del color, el rojo es el complementario de el verde, y esto crea un a disparidad marcada y hasta chocante en ciertos casos. El secreto está en saber elegir las tonalidades adecuadas y usarlo con prudencia. Ver sobre verde y rojo.
Amarillo, el resultado más alegre
Las tonalidades amarillas son radiantes y joviales. Además reflejan mucha más luz de la que absorben, por lo que se ven luminosas, siendo apropiadas para ambientes oscuros o donde se pretenda mucha luz. Junto a los verdes se obtiene una combinación realmente desenfadada.
Negro, para sumar dramatismo
Es obvio que el color negro en interiores provee una aire de solemnidad y dramatismo. Es perfecto para ambientes vanguardistas. Su aportación a espacios en tonos verdes genera un contraste novedoso y agradable.