Al pintar un objeto, pieza decorativa, un mueble o las paredes… hay dos aspectos que se destacan: uno es el color o tonalidad que se ha elegido para la pintura, y el otro es el brillo, también llamado acabado de la pintura.
Básicamente los acabados son 3, los de siempre: mate, satinado y brillante. Pero según el fabricante, el tipo de pintura, y el destino que tendrá pueden haber términos medios.
De más brillante a opaco (y sus nombres alternativos):
- ultrabrillante (high gloss)
- brillante (gloss)
- satinado (semi-gloss o satén)
- aterciopelado (semi-mate o eggshell)
- mate (opaco o plano)
Cómo elegir el más adecuado
El acabado de ultrabrillo se utiliza solo en algunos casos puntuales, donde el brillo pase a ser una cuestión más estética que funcional. El mueble o la pieza pintada con un producto de acabado ultra-brillante generalmente requiere de un tratamiento anterior y posterior a la aplicación para lograr el efecto deseado.
Úsalo en muebles pequeños, en la parte superior de una mesa, mesada o encimera, también en piezas decorativas.
El acabado brillante es más lavable que los de menor brillo, y es menos susceptible a las manchas, por lo que se utiliza en puertas, ventanas o muebles. Aunque también suele ser usado en paredes en casos especiales y de manera decorativa. Lee más sobre acabado brillante.
Úsalo en puertas y ventanas, alguna pared con buena terminación, y como una de las mejores opciones para pisos de madera.
El satinado destaca por su delicadeza, obteniendo un un semi brillo, un punto intermedio entre lo brillante y lo opaco cuando la pintura seca. Además sigue siendo lavable, por lo menos mucho mejor que una pintura mate. En el caso de pintar con brocha y rodillo, el satinado es la mejor opción si queremos algo de brillo sin que se noten las marcas de las cerdas. Leer más sobre acabado satinado.
Úsalo en puertas y ventanas, techos de madera y suelos. También en muebles de forja o de madera rústica. Es una buena opción para paredes de baños y cocinas.
El acabado aterciopelado no es completamente opaco ni satén, es un termino medio. Es mucho menos lavable que las opciones anteriores, pero no por eso debes ser descartado. El acabado Eggshell, y traducido como cáscara de huevo, es similar y posee las mismas características.
Úsalo en paredes de toda la casa, puede verse bastante agradable por su suave reflejo de la luz.
Por último la pintura mate, sin ningún tipo de brillo, es una de las opciones más comunes para pintar paredes, techos y exteriores. Es de muy difícil limpieza, salvo que se trate de una pintura lavable, es decir que esté formulada para soportar el lavado con productos detergentes y agua. El mate es el que mejor disimula las imperfecciones.
Úsalo en paredes, especialmente donde haya menos probabilidad de mancharse como dormitorios de adultos, cielorrasos. Evita habitaciones de niños, lugares de trabajo o con mucha concurrencia. En caso de barnices de acabado mate, su mejor uso se logra en muebles rústicos de madera natural y en cualquier objeto que quieras que no parezca barnizado, pero que tenga una protección. Lee más sobre acabado mate.
Cómo verás el brillo a elegir depende de varios factores, espero haberte dado una guía para que uses la pintura con el acabado más adecuado para cada trabajo de pintura que hagas.