Como lo hicimos la vez anterior con el color amarillo al mezclarlo con otros, esta vez veremos cada una de las tonalidades que se forma al mezclar rojo con otros colores de pintura.
Siempre hay que considerar que el resultado depende mucho de las cantidades que se mezclan y de los colores precisos que se utilizan. Pero, en general, es de la siguiente manera:
Rojo y azul
Empecemos con lo que todos alguna vez aprendimos en la escuela: el color rojo es un color primario que, junto a otro primario, forma un color secundario, y en este caso, junto al azul, se forma violeta o morado.
La gama de colores violetas es muy amplia, y de acuerdo con las distintas cantidades que utilicemos de cada primario será el resultado obtenido. Para violetas claros como lila, malva o lavanda, se necesita agregar blanco.
Rojo y amarillo
Como verás, al mezclar rojo y amarillo se obtiene naranja. Hay que tener en cuenta que la pintura roja es muy intensa, y no obtendremos un naranja medio mezclando partes iguales de rojo y amarillo. Será necesario mezclar 1 parte de rojo por el doble de amarillo para así llegar a lo que consideramos naranja o calabaza.
Rojo y morado
Ambos colores, el rojo y el morado (o violeta), se encuentran muy próximos en el círculo cromático, por lo que los resultados serán violetas rojizos, o dicho de otra manera, rojos violáceos. Algunos de los colores resultantes son púrpura, burdeos, borgoña, etc.
Rojo y naranja
Igual que en el caso anterior, los colores obtenidos serán naranjas muy intensos y rojizos, algunos de los cuales pueden ser similares al tangerina o al azafrán.
Rojo y verde
En este caso, el color obtenido es diferente a cada uno de los colores utilizados. Por lo general, al mezclar rojo y verde se obtiene una tonalidad marrón, pero dependiendo del verde o la cantidad utilizada, se puede obtener un marrón verdoso, rojizo o agrisado.
Si quieres saber más sobre los diversos colores que se pueden obtener de esta mezcla, puedes ver la nota especial sobre qué se forma al mezclar verde y rojo.
Rojo y blanco
Es de esperar que la pintura blanca aclare al rojo, obteniendo diversos tipos de colores rosados, los cuales son muchos.
Como decíamos al principio, el rojo es muy fuerte y debemos tener cuidado al mezclarlo, ya que en proporciones iguales obtendríamos un rosado rojizo.
Si lo que deseamos es un rosa pálido, deberemos agregar pequeñas gotitas de rojo en la pintura blanca hasta obtener el color deseado.
Rojo y negro
Y… ¿qué pasa al mezclar rojo con negro? El color negro también es muy fuerte, por lo que un poco de precaución al mezclar ambos no viene mal.
Lo cierto es que si agregamos una pizca de negro a una pintura roja, esta se volverá un poco más oscura o amarronada, similar a un color óxido. Si seguimos agregando negro, se puede obtener un tono café, y así hasta llegar a tonos muy oscuros.
Conclusión
Mezclar el rojo con diferentes colores permite obtener una amplia gama de tonalidades que van desde los vibrantes naranjas y violetas hasta tonos más oscuros y terrosos. Al jugar con las proporciones y la intensidad de cada color, es posible personalizar aún más las mezclas y descubrir nuevas combinaciones que se adapten a tus proyectos artísticos o decorativos.