Todas las pinturas tienen algunos componentes básicos los cuales hacen que tengan cualidades y propiedades únicas. Por ejemplo una consistencia determinada, o características especiales como adherencia, acabado y color. Básicamente casi todas las pinturas están compuestas por pigmentos, cargas, aglutinante y disolvente.
Los pigmentos
Para que una pintura tenga color y opacidad es necesario el agregado de sustancias, generalmente en forma de polvo. Estas hacen que el material sea blanco, o de determinada tonalidad, y que permite cubrir el color o la superficie sobre la cual es aplicado.
No todas las pinturas poseen pigmentos, y en este caso el resultado es un producto transparente y se utiliza generalmente para aplicar sobre materiales que necesitan ser protegidos pero no cambiados de color. Algunas de estas «pinturas» transparentes son los barnices o ciertos impermeabilizantes.
Las cargas
Estas sustancias le otorgan a la pintura determinadas características, como un mayor cuerpo o espesor (por ejemplo en pintura one coat), mayor resistencia (en pinturas para pisos), o un brillo de acabado determinado (mate, satinado y brillante).
El aglutinante
También llamado ligante o resina, es el material que una vez seco formará la capa de pintura adherida a la superficie pintada. A lo largo de los años se han utilizado resinas naturales y sintéticas, de las segundas son la mayoría de las pinturas en la actualidad. Hay algunas que no poseen aglutinante, como por ejemplo las pintura casera con cal, o las acuarelas utilizadas en arte.
El disolvente
La mayoría de las resinas son sólidas o muy viscosas, por lo que necesitan una sustancia en la cual disolverse para hacerse maleables durante la aplicación, es aquí donde aparecen los disolventes. Con ellos se le otorga cierta consistencia a la pintura, pero durante el proceso de secado se evapora. El disolvente generalmente no determina las particularidades de la pintura.
Los aditivos
Por último algunas pintura tienen agregados de compuestos que mejoran sus propiedades comunes, o que le suman otras totalmente nuevas. Este es el caso de las pinturas aromáticas con aditivos perfumados que se liberan durante el pintado y durante algunos días más, las pinturas anti-hongos con aditivos fungicidas que previenen el crecimiento y propagación de los hongos, y las pinturas anti-corrosión que evitan el desarrollo del óxido en metales.
No todos los productos y recubrimientos para pintar están compuestos por todos estos elementos, sino hay muchas que carecen de alguno de ellos, y de esta manera llevan a cabo su fin.