La técnica del patchwork se trata de unir trozos de telas de distintos colores, tramas y estampados para crear un diseño colorido en mantas y acolchados. También es muy utilizada en el tapizado de ciertos muebles, como sofás, sillones y sillas.
Para decorar una pared con la técnica de los parches solo alcanza con cortar trozos de empapelado de distintos tamaños, o de otra forma de tamaños iguales. Para luego ir pegándolos en la pared de forma ordenada o no, hasta cubrir el sector deseado. Puedes conseguir retazos en las tiendas especializadas.
Una alternativa al empapelado es la tela, hojas de revista, periódicos, y papeles estampados de librería. También hay fabricantes de papeles murales que sacan sus diseños de patchwork listos para pegar.
Por lo cargado que puede resultar la técnica es recomendada para un sector pequeño o una pared. Luce muy bien en un ambiente infantil o juvenil, o en cualquier sitio de casa donde quieras crear un clima ameno y original. Es especial para crear acento en una pared.
Con respecto a los colores, tienes dos opciones: Una es utilizar diversidad de tonalidades, intentando equilibrarlas para crear un diseño mas o menos regular. El resultado es una pared colorida e intensa.
Otra es usar colores análogos o colores similares, lo que crea una combinación armónica más homogénea, delicada, y fácil de integrar en la decoración. Lo mejor para hacer la primera vez.
Por último te recomiendo que armes el diseño en el piso antes de pegar los trocitos en las paredes para ver cómo luce, y hacer los cambios necesarios. No escojas paredes muy grandes, por el contrario, mejor pequeñas. Y… disfruta del trabajo!