El beige es uno de los colores más utilizados para pintar las paredes, termina siendo la decisión menos arriesgada, pero seguramente el resultado es un ambiente deprimido y de lo más común si no se decora adecuadamente.
Beige y chocolate
Ya sea beis, arena, camel, crema o el nombre que le hayamos dado a nuestras paredes, el chocolate es una de las opciones para proveer de un aire diferente. Un color blanco o blanco roto, que cree un contraste, resaltará ambas tonalidades, resultando un ambiente luminoso y delicado.
Beige, naranjas y rojos
Por otra parte se encuentran los colores intensos, y el naranja es uno de los más vistosos. Si no deseamos algo tan fuerte podemos utilizar algo mas apagado como el calabaza o el teja.
Al rojo lo podemos dejar para los beis mas claros, la mejor opción es utilizar fucsia, frambuesa, purpura… puede resultar un ambiente muy femenino si se utiliza en mayores proporciones.
Beige y azules
El azul, especialmente las tonalidades más suaves, son las que se llevan mejor con las distintas tonalidades beises. Es una combinación especial para habitaciones infantiles, pero va muy bien en cualquier ambiente donde se desee un clima fresco y sereno.
Beige y verdes
El color verde no es una de las opciones comunes, pero sin duda muy apropiada. Con verdes cálidos se obtendrá un espacio con un toque jovial, con verdes oscuros se mantendrá la elegancia y serenidad.
Es posible darle una nota de color al ambiente, pintando una pared, o simplemente agregándolo en algún textil o complemento que le de un poco de vida a ese espacio.
Beige y púrpuras o violetas
Ya en otra nota vimos como es posible combinar beige con purpura, sin duda toda la familia de los violetas crean un clima muy agradable en cualquier ambiente.