La altura del techo es un elemento arquitectónico que influye en cómo percibimos el espacio. Aunque los techos altos son deseados por muchos, otros prefieren una sensación más acogedora. Afortunadamente, con el uso estratégico del color y la pintura, es posible bajar visualmente la altura del techo, adaptándolo al estilo de cada ambiente. A continuación, te mostramos técnicas efectivas para lograr este efecto decorativo.
Pintar el techo en un color oscuro
Pintar el cielo raso en una tonalidad media u oscura, y preferentemente cálida crea la sensación de acercar la superficie al observador. Es bueno aclarar que las paredes deberían ir en un tono mas suave que el techo. En caso contrario se vería más alto.
Extender el color del techo en las paredes
Supongamos que tenemos un techo de 3 metros de altura, y desearíamos en apariencia reducir su altura a los 2,5 metros. Pues en este caso deberíamos pintar el cielorraso y la pared hasta esa altura, y de ahí hacia abajo del color que hayamos escogido para las paredes.
Pintar una cenefa o franja en las paredes
Tomando el ejemplo anterior, pero de un modo distinto, pintaríamos una franja a los 2,5 metros, de 10 a 40 centímetros de ancho. Ahora el resto, franja arriba y franja abajo sería del mismo color.
Los tres ejemplos tienen muy buenos resultados, pero recuerda que pueden adaptarse a cada estilo o iluminación del ambiente. Los techos se suelen pintar de blanco para mejorar la iluminación, si el ambiente no tiene buena luz no sería conveniente utilizar un color oscuro.
Aplicar técnicas de pintura para bajar visualmente el techo es una excelente opción para dar una atmósfera más acogedora a un espacio. Estos métodos ofrecen resultados versátiles y personalizables según el estilo y la iluminación de la habitación.