Siempre al acabar un trabajo de pintura suelen quedar restos de material que pueden ser muy útiles en otra ocasión. No solo para ahorrar algo de dinero en una próxima pintada, sino que también para hacer retoques en las paredes o en los sitios que se hayan manchado accidentalmente, teniendo el color justo para tal caso.
Cómo cerrar un lata de pintura adecuadamente
1- No agregues agua o diluyente a la pintura, porque esto puede arruinarla. Y en caso de pinturas al agua es posible que se descompongan al cabo de unos meses, modificando su color y arrojando mal olor.
2- Evitar que el envase tenga demasiado aire, por lo que si la cantidad de pintura es poca para el recipiente deberás guardarla en otro más pequeño.
3- Siempre limpia los bordes de la lata para evitar que la pintura no se seque y endurezca con la tapa. En ocasiones se torna casi imposible abrir un recipiente, principalmente si es pintura alcalina u oleo. También los restos en los bordes hacen que no cierre adecuadamente, permitiendo la entrada de aire, lo que haría que la pintura se seque.
4- Luego cierra con firmeza, golpeando con alguna herramienta como el martillo pero anteponiendo una madera para no deformar la tapa, o de otra manera con un maso de goma. En definitiva lo que debe evitarse es la deformación de la tapa (en envases metálicos), ya que será imposible taparlos, y si quedan mal cerrados permitirán el paso de aire, principal causa de deterioro del material.
Cómo y dónde guardar la pintura
En pinturas al agua es menos probable que se forme una capa si el envase esta bien tapado, en otras es inevitable. Si la pintura es al oleo o aceite, tal como barniz o esmaltes sintéticos, puedes guardarlos volteados o invertidos (boca abajo), para evitar la formación de película.
Siempre debes guardarla en un lugar seco y oscuro, a temperatura ambiente, lejos de fuentes de calor próximas a los materiales. Es imprescindible evitar la luz directa del sol y la humedad, y la cochera o algún armario son los lugares ideales para almacenar los sobrantes de pintura.
Es importante que rotules o etiquetes las pinturas para identificarlas después de algún tiempo. Indica el tipo de pintura y la fecha. Si es posible pinta la tapa para reconocer el color en su interior sin la necesidad de abrirla.
Y al reutilizarlas…
En el momento de que ésta pintura sea utilizada es recomendable colarla para evitar ensuciar la superficie a tratar y arruinar el acabado. Esto se hace con un colador especial para pinturas, o simplemente con pantis o medias femeninas.
Nota: Algunas pinturas cambian de color con el tiempo, generalmente las que son al agua y de mala calidad, por lo que no serán muy útiles para tapar manchitas en las paredes pintadas ya hace tiempo.