Como sabemos, la madera necesita de materiales especiales para su tratamiento y posterior pintado. Éstos no solo le dan una buena apariencia, sino que principalmente se encargan de protegerla del deterioro y la suciedad.
Generalmente se utilizan dos técnicas:
- Pintar la madera de blanco o de cualquier color sólido no transparente.
- Barnizar o utilizar otra material transparente que le otorgue una capa protectora pero sin ocultar las vetas y los colores de la madera.
Imprimación, fondo, base
En la preparación de la superficie, antes de pintar la madera, se utiliza una capa de imprimación que la impermeabiliza y de esta manera se obtiene una absorción homogénea de la pintura posteriormente utilizada.
Esta imprimación puede conocerse como fondo blanco o solamente imprimación para madera.
Esmalte sintético o alquídico
Este tipo de pintura provee de una capa impermeable, resistente al roce y protege adecuadamente la madera, siempre y cuando se encuentre en buen estado. Este tipo de pintura es recomendada en los casos que se necesita pintar madera barnizada, es decir pintar sobre capas de barniz previas.
El material de acabado recomendado para exteriores es el esmalte sintético, en interiores también puede usarse, pero como alternativa tenemos al esmalte al agua.
Esmalte al agua o acrílico
Similar al producto anterior y con la misma finalidad, pero que usa agua como disolvente. Esto lo hace menos viscoso, más fácil de aplicar para principiantes, no libera vapores ni olores tóxicos, y además es de secado rápido.
Es apropiado para maderas en interiores o resguardadas de la humedad y la lluvia. Esmalte sintético o al agua, ¿cuál elegir?
Pintura acrílica o látex acrílico
Es posible pintar la madera con la misma pintura de las paredes, siempre y cuando se trate de una pintura de muy buena calidad. El resultado puede ser algo más rústico, por lo que se aconseja para objetos que no requieren manipulación y que no tienen roce constante.
Si usas una pintura para paredes de excelente calidad puedes llegar a pintar las puertas con el mismo material.
Pintura a la tiza
Se trata de una pintura decorativa con tiza como componente principal. Con la que puedes pintar muebles, puertas, marquetería y artesanías de madera. No tiene buena resistencia y no es apta para exteriores.
Su acabado es rústico y sedoso, y actualmente puedes escoger en una amplia gama de colores, generalmente pasteles. Puedes ver más sobre la pintura a la tiza aquí.
Imprimaciones transparentes
Cuando se le aplica un material de acabado transparente a la madera también se suelen utilizar imprimaciones. El tapaporos, o una imprimación transparente para madera, hará que disminuya la absorción del material que con posterioridad será aplicado, logrando un brillo homogéneo.
Barnices
El barniz es un clásico para la protección de la madera, dejando ver sus vetas y color original, aunque también puede modificar su coloración fácilmente.
En el mercado encontrarás barnices especiales para cada necesidad, por ejemplo para interiores y exteriores. Barnices para muebles, suelos, decks y artesanías, hasta para instrumentos musicales. Barnices que soportan mejor la intemperie, o que son más resistentes al roce y al tránsito. También barnices que varían de calidad y precio claramente.
Lacas
Las lacas están compuestas principalmente de resinas, que pueden tener origen natural o sintético. Gracias a su composición las lacas se suelen aplicar sobre objetos de madera que requieran una excelente terminación, fina y brillante.
Por ejemplo la goma laca es un material de origen natural. Especial para ser aplicado sobre muebles y objetos más pequeños, con el cual se logra un brillo perfecto y un acabado fino y delicado.
Impregnantes o lasures
En este caso estamos en presencia de un material similar al barniz, pero que varía en su composición. El impregnante o lasur penetra en la madera con mayor eficacia, sin originar una película. Por lo cual será más resistente en exteriores, y evitará el deterioro de la madera expuesta a los agentes naturales.