Una buena forma de decorar nuestras paredes con una técnica sencilla de fácil aprendizaje y entretenimiento es pintar con esponja, dando distintas tonalidades y efectos a las paredes de nuestra casa.
Los materiales que utilizaremos para pintar con esponja son:
- pintura plástica o látex acrílico
- rodillos y brochas
- recipientes para pintura como una bandeja y plato
- esponja de mar o artificial
Preparación de la superficie
La pared a tratar tiene que estar en buenas condiciones, por lo tanto si está dañada repara correctamente imperfecciones con una espátula, masilla, y lijando adecuadamente. Luego deberás pintar la pared con una par de manos de pintura acrílica, para dar una base al esponjado.
Una vez que hayas aplicado las respectivas manos de pintura necesitarás eligir un color distinto a la base, el cual usarás para pintar con la esponja. Ésta, si es cuadrada o tiene bordes muy pronunciados, deberás redondearla o deformarla irregularmente para que al momento de imprimir su forma sobre la pared no deje líneas rectas.
La aplicación:
Para aplicar la mano de esponja primero humedece en pintura, y repasa en una tela o papel para eliminar los excesos, luego aplica sobre la pared con golpes suaves y repetidos, mas o menos irregulares y dispersos, esto dependerá de tu gusto. Todo lo demás queda a tu disposición e imaginación.
Los colores
Serán según tu criterio, tus gustos, la decoración del hogar, la iluminación, el ámbito o calidez que quieras generar. Lo conveniente y donde la técnica denota más sus características en con un fondo claro y un color de pintura en la esponja oscura. En el caso inverso también es una buena combinación, pero para ambientes luminosos, porque siempre el color dominante es el de la base.
También existe la posibilidad de que combines distintos colores con distintas manos de esponjado, cada una de ellas de un color diferente.
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