Saber jugar con el contraste de colores es vital para crear una decoración atractiva, y con la que notarás un verdadero cambio cuando pintes y decoras tu casa. Es posible usar contrastes entre blanco y negro, claro-oscuro, intenso-neutro, y entre colores complementarios, una de las maneras más arriesgadas de combinar colores.
Los colores complementarios son dos tonalidades que se encuentran enfrentadas en el círculo o rueda cromática, y que generan un contraste bastante marcado a la vista. A la combinación de dos colores complementarios se la llama esquema de contraste. Es ahí donde encontramos éste caso de morado y amarillo. Una mixtura viva para todo tipo de estancias, pero que hay que aplicar con muchísimo cuidado.
Cualidades de ambos colores
El color amarillo, por una parte, es un color vivo y alegre, que aporta a los interiores un clima dinámico, de apariencia juvenil y descontracturada. Es la tonalidad perfecta para crear un espacio luminoso donde te diviertes y recibes visitas. Algunas variantes son: maíz, mostaza, limón y amarillo pálido.
El morado, por otra parte, se trata de una tonalidad muy seria y elegante. A la vez crea en los espacios un clima de elegancia y serenidad, perfecto para un dormitorio principal o la sala. Algunas opciones son: lavanda, ciruela, malva, uva, amatista, berenjena, púrpura y violeta.
Cómo combinar amarillo y morado
Con la unión de ambos se genera un marcado contraste, pero es necesario que un color siempre se encuentre subordinado por el otro en cantidad. Además es indiscutible la presencia de una tonalidad neutra, en especial el blanco o el blanco roto, para armonizar el conjunto.
Una habitación donde las paredes, el techo y el suelo sean de un color neutro o natural, es la ideal para decorar con detalles de colores complementarios en dosis pequeñas. Ambos colores complementarios, violeta y amarillo, podrían utilizarse para tal caso perfectamente.
Los violetas son variados así como las amarillos. En ocasiones los colores se utilizan sólo en sus colores pasteles o suaves, disminuyendo el contraste notablemente y creando un ambiente mucho más apacible y delicado.