Los pisos de cerámicos, porcelanato, o graníticos pulidos, y todos los pisos de alto brillo y suavidad no se pueden pintar debido a que no poseen las porosidades que necesita la pintura para adherirse. Sí podrán pintarse pisos de hormigón, concreto, o baldosas de concreto y con un recubrimiento esmaltado pero con cierto grado de porosidad.
Si el piso esta dañado no habrá otro material con que arreglarlo que el mismo cemento, si tienes conocimiento de albañilería haz uso de los mismos para repararlo. Sino tendrás que contratar a una persona del oficio.
Para superficies nuevas o sin manos de pintura previas, lo más recomendable es lavarlas con ácido muriático (Ácido clorhídrico) rebajado 10% ácido por 90% de agua. Una vez que lo hayas lavado, con una escoba enjuágalo con abundante agua y deja secar. Esto servirá para quitar impurezas y partículas sueltas, no es necesario lijar.
En pisos con pinturas anteriores retira los restos de pintura suelta con una lija y espátula, quita el polvo resultante de esta operación. También es recomendable enjuagarlo solo con agua para quitar todos los restos de tierra y suciedades que tenga adheridos.
Las pinturas para pintar pisos suelen ser pinturas al agua. Consulta en la tienda por el material que necesitas, lo encontrarás en diversos precios, calidades, cantidades y colores.
La aplicación la llevarás a cabo con pinceles y rodillos. Aplica las manos de pinturas que sen necesarias. En pisos nuevos de 2 a 3 manos hasta cubrir, en pisos con manos anteriores, 1 o 2 y hasta 3. Esto depende si estás renovando el color existente o si deseas cambiarlo a uno nuevo.
Este tratamiento corresponde tanto a pisos en interiores o exteriores. Solo ten en cuenta que en exteriores no debes pintar en horarios de altas temperaturas y en días de elevada humedad ambiental.
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