Como es sabido el barnizado es un proceso para la protección de la madera contra los agente climáticos y el uso, que además le brinda un mejor aspecto destacando las vetas y avivando sus colores. Pueden ser barnizadas aberturas interiores y exteriores con distintos tipos de materiales, generalmente barnices sintéticos, acrílicos, o poliuretánicos de distinta resistencia y brillo de acabado.
Barnizar aberturas de madera nuevas
Si las aberturas son nuevas, no tienen ninguna pintura anterior y deseas barnizarlas, primero deberás lijar con una lija media (180) todas los planos y molduras que pudiera tener. Acuérdate que siempre lo tienes que hacer a favor de la veta de la madera, tratando de eliminar toda rebaba sobrante o asperezas.
Ten cuidado al lijar de no rayar los vidrios de ventanas, ni sus herrajes. Si es posible quítalos para no mancharlo. A los vidrios los puedes proteger con cinta de papel.
Después de eliminar el polvo con una brocha minuciosamente, especialmente en las esquinas y molduras, culmina la limpieza con un paño húmedo en aguarrás repasándolo en toda la superficie para quitar hasta la última partícula de polvo.
Es conveniente sacar la abertura. Si no tienes experiencia en pintar con pinturas sintéticas sería bueno retirarla de su lugar y acomodarla sobre dos caballetes para que cuando pintes la pintura no chorree. Una vez que seque por completo esa mano volteala para pintar la otra cara.
La primera mano de material tendrá que ser muy liviana, es decir diluida en un 20 % de disolvente aproximadamente. Siempre sigue las instrucciones del envase en cuanto a dilución y tiempos de secado del material.
Lija entre manos con una lija 240 a 380 siempre a favor de la veta. Dependiendo del material y del brillo de acabado del barniz serán las manos necesarias, pero es bueno que se forme una buena película. Si utilizas brillante de 3 a 4 manos serán suficientes, 4 manos si esta barnizando con brillante, si es mate con 3 bastará.
Barnizar aberturas de madera con manos previas
En carpintería con manos anteriores, comienza enjuagando la superficie a pintar para quitar grasa o productos como cera o lustra-muebles, ya que estos podrían levantar la pintura que apliques. Con aguarrás o diluyente propio del material podrás hacerlo.
Con un papel de lija de 180 lija a favor de la veta para disimular las rayaduras, y con suavidad. El lijado servirá para crear mordiente, una superficie rayada donde la pintura penetre y pueda tomarse. Luego aplica una o dos manos del material con una lijada entre manos 240 a 380, y respetando los tiempos de secado.
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